Casi 20 años después de realizar la mayor exposición dedicada a José de Ribera, el Museo del Prado brinda ahora la oportunidad de contemplar las obras de juventud del pintor español afincado en Italia, muchas de las cuales le han sido atribuidas recientemente tras un prolongado debate sobre su autoría.
Del 5 de abril al 31 de julio, los visitantes a la prestigiosa pinacoteca madrileña podrán disfrutar de 32 cuadros de Ribera, llamado también "el Españoleto", correspondientes a sus primeros años en Italia, tras establecerse en Roma en torno a 1610, y hasta los primeros años de la década de 1620, cuando ya residía en Nápoles, donde murió en 1652.
"Muchas de ellas o no se conocían y han aparecido ahora o no se consideraban de este pintor", explicó en la presentación de la muestra el director del Prado, Miguel Zugaza.
"En poco más de la última década se ha producido un avance muy importante en el conocimiento del pintor, un cambio sísmico en la percepción de su importancia en el panorama romano tras la salida de (el pintor italiano Michelangelo) Caravaggio", agregó.
En estos diez años se han producido dos hechos importantes que permitieron avanzar en la comprensión del pintor nacido en la localidad valenciana de Xativa: en 1991 el Museo del Prado adquirió "La resurrección de Lázaro", que había despertado muchas dudas sobre su autoría, mientras que un artículo del especialista Gianni Papi al año siguiente permitió identificar a Ribera con el hasta entonces anónimo Maestro del Juicio de Salomón.
"Esta es una exposición viva y actual, en la medida en que refleja un debate muy vivo en los últimos años", declaró uno de los dos comisarios de la muestra, Javier Portús, jefe de conservación de pintura española del Prado.
"(La exposición pretende) hacer partícipe al visitante de ese debate", afirmó. "Mostrar de manera comprensiva el desarrollo de esta parte de la carrera del pintor, su evolución estilística, sus intereses compositivos, narrativos o temáticos".
La muestra de 32 obras, procedentes de museos y colecciones de España, Italia, Francia, Reino Unido, México, Suiza, Hungría y Estados Unidos, está montada de tal modo que permite establecer relaciones y comparaciones entre los cuadros que muestran la dirección en la que se fue moviendo el arte de Ribera, apreciando su capacidad de cambio.
Se inicia con un ámbito denominado "José de Ribera versus Maestro del Juicio de Salomón", en el que se pretende introducir al visitante al debate mostrando una enfrente de otra las dos series fundamentales en torno a las cuales se organizó la confusión: las de los Apóstoles y las de los Sentidos, que no fue hasta 2002 cuando se atribuyeron a Ribera.
La segunda sala, "Ribera en Roma: los cuadros de la historia", presenta obras que aspiran a ser cuadros históricos y que cuenta con un número importante de personajes con las que el pintor español contesta a las críticas a las pintores naturalistas. A ellas se suma "El martirio de San Lorenzo", que se encuentra en la Basílica del Pilar, en Zaragoza, restaurada recientemente.
"Entre Roma y Nápoles: medias figuras" permite contemplar sobre todo varias representaciones de San Pedro y San Pablo, solos o en pareja, así como sus primeras obras de filósofos; y finalmente, "Ribera en Nápoles" muestra la transformación que experimentó su arte allí, destacando dos obras del magnífico conjunto de la antigua colegiata de la localidad sevillana de Osuna.
Además, el Prado posibilita una aproximación a la exposición desde su web, www.museodelprado.es, en la que se puede hacer un recorrido por la misma a través de una presentación multimedia, además de ver un vídeo con comentarios de los comisarios.
Fuente:
http://es.noticias.yahoo.com
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